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¿QUÉ
ES LA "MISIÓN AD GENTES"?
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Históricamente, la
misión ad
gentes se ha presentado en relación con la
acción evangelizadora de Pablo, quien se llama a
sí mismo apóstol de las gentes (Rom
11,13). De este modo se señala una
característica del mismo apóstol: anunciar el
evangelio allí donde todavía no ha sido
anunciado. Es, pues, el primer anuncio.
A través de toda la
historia de la Iglesia se ha procurado siempre
distinguir, evitando dicotomías, entre la acción
apostólica ordinaria en la comunidad ya
evangelizada, y la acción apostólica especial en
comunidades o países no suficientemente
evangelizados. Ya en la década de 1990. Juan
Pablo II agrega claramente un tercer ámbito de
anuncio del Evangelio al que da el nombre de
“nueva evangelización”, quedando definidas las
distintas situaciones en las que se desarrolla
la actividad evangelizadora de la Iglesia de la
siguiente manera (RMi 33):
- La
que se desarrolla entre los católicos
practicantes: atención pastoral.
- La
que se desarrolla entre los no cristianos:
misión ad gentes o actividad misionera
específica.
- La
que se desarrolla entre los cristianos alejados:
nueva evangelización
No obstante, aclara el
Santo Papa Juan Pablo II que “no es fácil definir los
confines entre atención pastoral a los fieles, nueva
evangelización y actividad misionera específica, y no es
pensable crear entre ellos barreras o recintos estancos”
(RMi 34)
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Distintas Maneras de ser Misionero
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Cabe aclarar que, si bien el uso específico de los
términos “misión” y “misionero” se asocian directamente
a la misión ad gentes (el anuncio dirigido a los que “todavía
no son” cristianos), suelen también aplicarse a
la nueva evangelización, cuyos destinatarios, “grupos
enteros de bautizados, han perdido el sentido vivo de la
fe o incluso no se reconocen ya como miembros de la
Iglesia, llevando una existencia alejada de Cristo y de
su Evangelio” (RMi 33), podría considerarse que, en
cierto sentido “ya no son” cristianos.
Se puede, pues, distinguir
un triple ámbito de la misión ad gentes: geográfico,
sociológico y cultural (cf RMi 37-38).
a) El ámbito
geográfico puede considerarse como
tradicional, siempre válido, y que tiene en
cuenta los pueblos e incluso las Iglesias
locales donde el evangelio no ha entrado
suficientemente, o donde la Iglesia no ha
llegado a cierto grado de madurez y de autosuficiencia (especialmente
por las vocaciones locales). (AG 6; RMi 37a).
Históricamente se asociaba este ámbito a las
Iglesias locales que dependen especialmente de
la Congregación para la evangelización de los
pueblos. No obstante, hoy se aplica sin
dudarlo también el criterio
geográfico/territorial, a pueblos, barrios,
parajes, etc., pertenecientes a países y
diócesis de antigua cristiandad, pero en los
cuales la Iglesia no está establecida. |
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b) El ámbito
sociológico se refiere a situaciones
de la sociedad actual, en las que no ha entrado
suficientemente el evangelio o donde la Iglesia
todavía no ha hecho llegar sus signos salvíficos
de modo permanente. Se trataría de situaciones
análogas a las del ámbito geográfico, pero que
no se pueden encuadrar siempre en una geografía
concreta:
- Las
grandes ciudades donde surgen nuevas costumbres
y modelos de vida, nuevas formas de cultura, que
luego influyen sobre la población. Es verdad que
la «opción por los últimos» debe llevar a no
olvidar los grupos humanos más marginados y
aislados, pero también es verdad que no se
pueden evangelizar las personas o los pequeños
grupos descuidando los centros donde nace una
humanidad nueva con nuevos modelos de
desarrollo.
- Grupos
sociales especiales (juventud, familia,
trabajadores): Evidentemente ya no bastan los
medios ordinarios de la pastoral; hacen falta
asociaciones e instituciones, grupos y centros
apropiados, iniciativas culturales y sociales
para los jóvenes. He ahí un campo en el que los
movimientos eclesiales modernos tienen amplio
espacio para trabajar con empeño.
- Los
emigrantes por diversos motivos (trabajo,
estudio, exilio, turismo) y refugiados: no
cristianos llegan en gran número a los países de
antigua cristiandad, creando nuevas ocasiones de
evangelización.
- Situaciones
especiales de pobreza e injusticia. (cfr. RMi
37b)
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c) El ámbito
cultural indica amplios sectores de
nuestra sociedad que, a veces, tienen derivación
universal, y donde el evangelio no ha sido
suficientemente anunciado:
- Los
medios de comunicación social, que para muchos
son el principal instrumento informativo y
formativo, de orientación e inspiración para los
comportamientos individuales, familiares y
sociales. Generalmente se privilegian otros
instrumentos para el anuncio evangélico y para
la formación cristiana, mientras los medios de
comunicación social se dejan a la iniciativa de
individuos o de pequeños grupos, y entran en la
programación pastoral sólo a nivel secundario.
El trabajo en estos medios, sin embargo, no
tiene solamente el objetivo de multiplicar el
anuncio. No basta, pues, usarlos para difundir
el mensaje cristiano, sino que conviene integrar
el mensaje mismo en esta «nueva cultura» creada
por la comunicación moderna.
- Los
centros educativos.
- La
investigación científica (por ejemplo, bioética,
espacial, etc.)
- Las
creaciones y manifestaciones artísticas,
relaciones internacionales
- El
encuentro entre religiones, actitudes de
diálogo,
- La
ecología. (cfr. RMi 37c) |
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Distintas Maneras de ser Misionero
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Bibliografía:
- “Misión
ad gentes”, Mons. Juan Esquerda Bifet, 1995
- “A
la búsqueda de un marco teológico de la misión”, José
Manuel Madruga Salvador,
Director de la revista “Misiones Extranjeras” , Madrid
- Carta
Encíclica Redemptoris Missio, Juan Pablo II, año 1990
- Exhortación
Apostólica Post Sinodal Evangelii Gaudium, Papa
Francisco, 2013
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