INICIO

TU COMUNIDAD MISIONERA

CURSOS Y TALLERES

MATERIAL FORMATIVO

RECURSOS PARA MISIONAR

¿QUE ES LA MISION?

SOMOS COMUNIDAD

CONTACTO

 

Misiones: La Post Misión o Tiempo de Crecimiento y Maduración de la Comunidad

Volver a la página principal de las Misiones

 

 

Corresponde al período período que transcurre entre dos tiempos fuertes de misión. Si bien tradicionalmente se da a esta etapa el nombre de "Post Misión", resulta más adecuado denominarlo "Tiempo de Crecimiento y Maduración de la Comunidad", dado que el nombre "post misión" puede dar la impresión de que esta etapa es simplemente algo que ocurre después de la misión. Esta es en realidad la etapa más importante del Proyecto Misionero aunque, generalmente (y lamentablemente), suele la más descuidada por los Grupos Misioneros.

 

Como ya se dijo anteriormente, uno de los principales objetivos de la misión consiste en conformar una comunidad cristiana viva, fraterna y orante que, en lo posible, sea capaz de satisfacer por sí misma sus propias necesidades .  Y esto no se logra realizando misiones de una o dos semanas durante tres a cinco años. Para lograr este objetivo, se requiere de un trabajo arduo, continuo, paciente, de construcción de la Comunidad.

 

Con esta continuidad en la Post-Misión, la comunidad misionada no se queda sólo en el fervor de la Misión de quince días o un mes, sino que, verdaderamente se va constituyendo como Comunidad cristiana, y haciendo presente a la Iglesia en el lugar.

Durante este tiempo, y a lo largo de lo que dure el Proyecto Misionero, se buscará, principalmente crear en la gente del lugar, sentido de pertenencia a la Iglesia, y procurar los medios para que vivan ese "ser Iglesia", principalmente a través de la participación de la Misa Dominical. Si el Párroco dentro de cuya jurisdicción se encuentra la comunidad  no puede celebrar la Misa Dominical, se propondrán otras alternativas de vivencia comunitaria, como lo son las Celebraciones Dominicales en Ausencia del Presbítero, Encuentros Bíblicos, u otra forma de encuentro comunitario en torno a la Palabra de Dios y de la Eucaristía.

 

También es preciso procurar el surgimiento de grupos y apostolados que permitan a las personas de la comunidad vivir su pertenencia a la Iglesia de una manera activa y participativa. Será conveniente entonces intentar la conformación de grupos para niños, para jóvenes, grupos de oración, grupos bíblicos, u otros apostolados que puedan echar raíces en la comunidad.

 

Es necesario también ayudar a la conformación de los distintos servicios requeridos en toda comunidad cristiana: un equipo de liturgia, cantores, monaguillos, etc., que vayan ayudando a que la comunidad local se vaya haciendo cargo de a poco de estos servicios, para poder funcionar como una comunidad autónoma, sin necesidad de la presencia de los misioneros.

 

Obviamente, los frutos no se verán inmediatamente y será preciso perseverar con paciencia y mucha fe hasta que comiencen a hacerse visibles (aunque al misionero no le corresponde verlos).

 

Más allá de todos los esfuerzos realizados en la preparación y realización de la misión por parte del Grupo Misionero, conviene recordar que el verdadero protagonista de la misión es el Espíritu Santo. Si bien “esta obra es encomendada por Jesús a los hombres: a los apóstoles y a la Iglesia (...) en estos hombres y por medio de ellos, el Espíritu Santo sigue siendo el protagonista trascendente de la realización de esta obra
 

Volver a la página principal de las Misiones


e-mail: portalmisionero@hotmail.com