ACTIVIDAD
MISIONERA
Se
denomina Actividad Misionera o Actividad
Misionera Específica, al anuncio
de la Buena Noticia a los no cristianos o a los
cristianos alejados.
Existen distintas maneras
de realizar una actividad misionera específica, de acuerdo al
grado de compromiso que el misionero asume con
esta tarea, al tiempo que le dedica, y a la
manera en que la realiza. A continuación
citamos las más comunes:
Misioneros
“de por vida” o "ad vitam"
Son
personas que consagran su vida por
completo a la misión, dedicando a ella
todo su tiempo, para toda la vida. En su
mayoría son sacerdotes o religios@s,
consagrados en Congregaciones o Institutos
Misioneros. Si bien en menor medida, también
hay laic@s que viven este tipo de entrega
a la misión, integrados a Institutos
Misioneros. Generalmente desarrollan su
actividad misionera lejos de su tierra
natal. |
|
|
Misioneros
“de tiempo completo”
Son
personas que realizan un servicio
misionero durante un tiempo determinado,
como única actividad, generalmente en un
lugar lejano. Este tipo de actividad
misionera es llevada a cabo tanto por
sacerdotes, religios@s y laic@s, que
realizan un servicio o voluntariado
misionero por un período de tiempo que
puede ir desde unos meses hasta varios años,
casi siempre a través de alguna
Congregación o Instituto misionero, si
bien también hay Movimientos u Obras
eclesiales que promueven este tipo de
actividad misionera.
Un
caso particular de los Misioneros de
tiempo completo es el de los sacerdotes «fidei
donum», que son sacerdotes pertenecientes
al clero diocesano (no pertenecen a
ninguna congregación ni instituto
religioso), enviados por sus diócesis a
otros países donde hay escasez de
sacerdotes, por un período de tiempo, y tras
algunos años retornan a su diócesis de
origen. El nombre “fidei donum”
proviene del documento homónimo,
publicado por Pío XII en 1957, en el cual
hizo un llamado a los obispos diocesanos
de colaborar con las misiones,
especialmente en África. También suele
aplicarse esta denominación para laicos
enviados en misión por sus diócesis de
origen, sin la intervención de ninguna
congregación o instituto misionero.
|
Misioneros
“en la vida”
Son
personas que viven en sus casas, tienen su
familia y su trabajo, y dedican parte de
su tiempo libre a realizar actividades
misioneras específicas (anuncio de la
Buena Noticia a los no cristianos o a
cristianos alejados). Es el caso de los
Grupos Misioneros, generalmente
conformados en Parroquias o en
Congregaciones Religiosas. También los
Misioneros Parroquiales encuadran dentro
de esta categoría, en tanto dirijan su
actividad evangelizadora a los no
cristianos y a los cristianos alejados. La
diferencia esencial entre los Grupos
Misioneros y los Misioneros Parroquiales,
es que los primeros desempeñan su acción
misionera fuera de la jurisdicción
parroquial a la cual pertenecen (actividad
misionera “ad extra”), mientras que
los últimos, realizan su actividad
misionera dentro de la propia jurisdicción
parroquial (actividad misionera “ad
intra”). |
|
|
Misión
general de todo Bautizado
Todos
los cristianos, en virtud del Bautismo
recibido, están llamados a participar de
la misión evangelizadora de la Iglesia a
través del testimonio de su propia vida
que, como afirma la Carta Encíclica
Redemptoris Missio, es la primera forma de
evangelización. Si bien no se considera
esto como actividad misionera específica,
se utiliza el término “misión”, de
una manera amplia para referirse a esta
forma de ser testigo de la presencia de
Dios en el mundo. De esta manera, el laico
se inserta en los distintos ámbitos en
los que le toca vivir cada día (familia,
trabajo, estudio, barrio, actividad
social, política, etc.) iluminando con la
luz del Evangelio las distintas
situaciones que le toca vivir en su vida
cotidiana.
|
|